Los cuatro acuerdos toltecas aplicados al Marketing Digital

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Estos son los cuatro acuerdos de la sabiduría tolteca, que aparecen de vez en cuando en las redes sociales: siempre  están vigentes, tal vez porque ofrecen unos valiosos consejos en el camino personal hacia la armonía y la felidad.

Hoy los he contemplado desde una perspectiva diferente, la de su aplicación al marketing digital. Y creo que es una nueva forma de verlos que resulta muy útil para que las acciones de comunicación en Internet sean más exitosas. A ver qué te parece…

Los toltecas fueron un pueblo precolombino de Mesoamérica contemporáneo de los mayas. Aunque inicialmente nómadas, parece que los toltecas se asentaron en el altiplano mexicano (más o menos el actual estado de Hidalgo), dominándolo durante los siglos X a XII. Una de sus principales ciudades fue la que actualmente se conoce como Tula de Allende y que es célebre por sus singulares estatuas de piedra: los Atlantes, considerados uno de los principales exponentes de la escultura tolteca.

Pero… ¿fueron los toltecas quienes acuñaron los cuatro acuerdos que hoy nos ocupan? Por lo que parece, estos acuerdos fueron enunciados por primera vez en 1997 por el médico y escritor mexicano Miguel Angel Ruiz que ese año publicó su libro Los cuatro acuerdos, vendiendo cerca de 4 millones de ejemplares. Según se dice en el prólogo del libro, los toltecas, que más que un pueblo serían una estirpe de “hombres y mujeres de conocimiento”, ocultaron su sabiduría durante siglos por su propia seguridad. Sus enseñanzas fueron por ello transmitidas de generación en generación y el autor las conoce, porque se dice perteneciente a uno de sus linajes, el de los Guerreros del Aguila.

Sean o no procedentes de la cultura tolteca, lo cierto es que estos cuatro acuerdos o principios parecen muy razonables si de lo que se trata es de fomentar el auto-conocimiento y de encontrar la armonía y la felicidad. Al menos a mí, me parecen unas ideas muy interesantes.

Curiosamente, también son muy útiles cuando se aplican a las técnicas del marketing digital. Analicemos uno por uno.

1. Sé impecable con tus palabras

Afirma el dr. Ruiz en su libro “Utiliza tus palabras adecuadamente. Mediante las palabras expresas tu poder creativo; lo revelas todo. Tu intención se pone de manifiesto a través de las palabras. Lo que sueñas, lo que sientes y lo que realmente eres, lo muestras por medio de las palabras.

Pues en lo que al marketing digital se refiere, también. Las palabras son muy importantes y hay que ser muy cuidadoso en su utilización. Son tres las consideraciones que con respecto al uso adecuado de las palabras habría que hacer en relación a Internet.

Posicionamiento SEO
De la concordancia de las palabras utilizadas en una web con las palabras clave de búsqueda dependerá en gran medida el posicionamiento que consiga esa página en Google. Esta es la condición si ne qua non del posicionamiento, que las palabras que incluye el texto sean las que un usuario está buscando. Por eso resulta tan importante para estar bien posicionado, en primer lugar identificarlas, y después, utilizarlas de acuerdo con los criterios del algoritmo del buscador. Ninguna de estas dos cosas resulta fácil.

Reputación Digital & Marca personal
Atributos como el grado de conocimiento y experiencia que ostentamos en nuestro ámbito profesional o nuestro estilo personal, se proyectan a través de las palabras que utilizamos, no sólo en artículos y páginas web, también -y especialmente- en nuestras aportaciones a las redes sociales a través de posts y comentarios. Parecer un experto o un aficionado, depende de las palabras y el tono que se utilicen. Las palabras dicen mucho más de lo que parece y hay que medir con cuidado lo que se proyecta no sólo a travésde ellas, también entre líneas.

Internet tiene memoria
Y una última consideración para completar el análisis de este primer acuerdo: desde que entramos en la era digital, las palabras ya no se las lleva el viento, en Internet todo queda guardado. El entorno digital tiene memoria y lo que hemos publicado en un momento determinado, puede aparecer cuando menos lo esperamos. Por eso, hay que ser muy cuidadoso con lo que se se publica en Internet, tanto lo que hacemos nosotros como lo que hacen terceros de nosotros, procurando que sea contenido que no pueda perjudicarnos en el futuro.

2. No te tomes nada personalmente

Es el segundo acuerdo que se justifica como sigue en el libro de Miguel Angel Ruiz “Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias y creando conflictos. Haces una montaña de un grano de arena porque sientes la necesidad de tener razón y de que los demás estén equivocados. Te esfuerzas en demostrarles que tienes razón dando tus propias opiniones. Pero lo que dices, lo que haces y las opiniones que tienes se basan en los acuerdos que tú has establecido, y tal vez no tienen nada que ver con otras personas. Respecto a la opinión ajena, para bien o para mal, mejor no depender de ella.”

Pues en lo que a marketing digital se refiere, ésta es también una idea muy inspiradora y oportuna, que está relacionada con lo que yo llamo “la minoría hostil” y con una figura cada vez más presente en los blogs y en las redes sociales y que se conoce como “troll”.

Trolls: el mayor desprecio es no hacer aprecio
Los trolls son usuarios que se dedican a criticar sistemáticamente todo: se diría que su único objetivo es sembrar la discordia en Internet. Suelen hacerlo de forma ofensiva, incluso agresiva, para provocar una reacción. La mejor forma de combatirlos es “no alimentarlos”, es decir, ignorarlos. La mejor estrategia es no darles argumentos para seguir en su actitud, porque eso es lo único que les satisface: la polémica y ser el centro de atención. Cuando no lo consiguen, se aburren y suelen irse a provocar a otro sitio. Recuerda que lo que escriba el troll no tiene nada que ver contigo, sino con su propia naturaleza. Actúa si lo consideras necesario, pero no te lo tomes como un ataque personal a ti o a tu marca, porque entonces, le das alas.

La minoría hostil existe
Es una realidad en la vida de los que nos dedicamos al marketing, y aunque he buscado referentes, no los he encontrado. Con “minoría hostil”, me refiero a un reducido grupo de gente (son pocos, son minoría) que siempre que se lleva a cabo una acción de comunicación, va a estar “en contra”. Siempre. Es imposible que haya algo, por muy bueno que sea, que les guste a todos. Pues bien, siempre que esas personas sean realmente una minoría (por debajo del 15%), no hay que hacer demasiado caso a sus argumentos. Porque, como se decía en la película la Dama de Hierro, “si intentas agradar a todos, no harás nada”. Hagas lo que hagas, nunca podrás gustar al todo el mundo. Siempre habrá algunas personas que criticarán tus acciones. No hay que tomarlo como algo personal, y desde luego, que esta hostilidad no te paralice o te impida ser creativo y hacer lo que crees.

Una aclaración. La minoría hostil existe, pero no tiene que ver con el marketing hostil del que hablan algunos autores; la minoría hostil a la que yo me refiero, en principio no está organizada ni financiada por la competencia. Simplemente, piensan en contra. Lo de la “guerra sucia” sería otro problema.

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3. No hagas suposiciones

Esto se dice del tercer acuerdo: ” Hacemos todo tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de preguntar. Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras. Si no comprendes alguna, ten el valor de preguntar hasta clarificarlo todo lo posible, e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular. Una vez escuches la respuesta, no tendrás que hacer suposiciones porque sabrás la verdad.

Este acuerdo me resulta inspirador y especialmente interesante en su aplicación al marketing, ya sea digital o analógico. Cuando se trata de diseñar o un plan o de actuar, no hay que hacer suposiciones; hay que basarse en datos, tanto para tomar decisiones como para emprender acciones. De ello va a depender él éxito de lo que hagamos y que obtengamos los resultados deseados.

Deja que los números hablen por si mismos
Una de las ventajas de Internet, es que nos permite medir la interacción y los resultados. Tanto la analítica web como las distintas herramientas estadísticas que –cada vez más- incorporan las redes sociales, nos proporcionan mucha y valiosa información sobre nuestro público y nuestro mercado. Es cierto que la cantidad de información existente puede llegar a abrumar, pero es importante saber analizarla y utilizarla.

Observa a tu audiencia
Uno de las características más interesantes de la web 2.0, a mi modo de ver, es que nos permite conocer quiénes integran nuestra audiencia. Ya no se trata de una nebulosa informe, sino que tienen nombre, apellidos y características sociodemográficas que podemos analizar. También podemos analizar sus preferencias, motivaciones, intereses,… podemos aprender mucho sobre nuestros clientes y conseguir nuevos compradores analizando su perfil y su comportamiento. Esto no era posible de forma tan rápida y económica antes de la era de Internet.

Método prueba-error
Otra forma de “preguntar” o de buscar la información existente en lugar de hacer suposiciones equivocadas es utilizar el método de prueba-error. Este método científico no es original de internet, se trata de un método heurístico utilizado en investigación. Consiste en probar una alternativa y verificar si se consiguen los resultados deseados. Si funciona, lo tenemos, y si no, pues hay que probar otra cosa. Es un método que funciona muy bien en Internet, donde la mayoría de acciones no tienen coste económico, pero no hay que olvidar que está orientado a encontrar soluciones, no a descubrir por qué o cómo funciona algo.
Internet es un canal relativamente nuevo (si se compara con otras formas de comunicación) y que constantemente incorpora nuevas opciones y funcionalidades. No podemos esperar a que haya un “histórico” para utilizar técnicas probadas, porque tal vez en ese momento, haya surgido algo nuevo que las haga ineficaces. Hay que probar (y medir) constantemente. Existen muchos casos de éxito digital que se han dado así, probando, casi por casualidad.

La experiencia es un grado
Precisamente porque en Internet todo avanza a una velocidad vertiginosa y las cosas pueden cambiar muy rápido, la experiencia –que se traduciría en la capacidad para anticipar las consecuencias de una determinada acción-, también resulta muy útil para no hacer suposiciones equivocadas. Es decir, haber experimentado situaciones similares, aunque haya sido a través de otros canales de comunicación, permite “extrapolar” las reacciones sociales que con mayor probabilidad van a producirse. No nos basamos en datos reales para anticipar unos resultados, pero si en la experiencia adquirida.

4. Haz siempre tu máximo esfuerzo.

Según el autor de Los cuatro acuerdos, este último es la clave del éxito: “En ocasiones, lo máximo que podrás hacer tendrá una gran calidad, y en otras no será tan bueno. Independientemente del resultado, sigue haciendo siempre tu máximo esfuerzo, ni más ni menos. Los tres primeros acuerdos sólo funcionarán si haces tu máximo esfuerzo. No esperes ser siempre impecable con tus palabras. Tus hábitos rutinarios son demasiado fuertes y están firmemente arraigados en tu mente. Pero puedes hacer tu máximo esfuerzo. No esperes no volver nunca más a tomarte las cosas personalmente; sólo haz tu máximo esfuerzo. No esperes no hacer nunca más ninguna suposición, pero sí puedes hacer tu máximo esfuerzo.

Internet no olvida, también para bien
Antes hemos mencionado que hay que tener cuidado sobre lo que se publica en Internet, porque es un entorno que tiene memoria, y “hacer desaparecer” opiniones, comentarios o imágenes puede resultar tarea imposible, en función de quien los haya descargado y compartido. Pero si hemos hecho las cosas con nuestro máximo esfuerzo, esta es una característica digital que nos ayuda para bien. Todo lo que hayamos publicado en Internet, permanecerá por mucho tiempo accesible en la nube y podrá ser encontrado en cualquier momento, originando una oportunidad en el momento más insospechado. En este sentido es importante cuidar al máximo todas las publicaciones, opiniones, comentarios, intervenciones, imágenes… porque pueden volver a ser actualidad en cualquier momento. Si lo hemos hecho de forma adecuada y coherente a nuestros intereses y a la imagen de marca que deseamos proyectar…. Será un activo que puede materializarse en nuestro beneficio en cualquier momento.
En realidad, si hacemos las cosas bien en el ámbito digital, si publicamos de forma adecuada, consistente y coherente, con el paso del tiempo, iremos consiguiendo un mejor posicionamiento y una reputación más sólida y potente.

En posicionamiento web, los atajos pueden llevar a un callejón sin salida
Uno de los principales objetivos de toda empresa o profesional que invierte en comunicación digital es estar bien posicionado en los  buscadores. Es decir, aparecer en los primeros puestos de los resultados de búsqueda de Google, que es el primer buscador del planeta. Con este objetivo, muchos “especialistas en SEO” han utilizado los aspectos que se iban descubriendo del algoritmo de Google para “hacer trampas”. Por ejemplo, cuando se supo que una las variables más importantes para determinar el posicionamiento de una web era el número de visitas acumuladas, desarrollaban acciones para que una web registrara numerosísimas visitas que no eran de usuarios reales. Otro ejemplo, al descubrir que la densidad de las palabras clave era un factor determinante para el posicionamiento, algunos las utilizaron de forma tan intensiva, que el texto ya no tenía sentido. Pero Google –antes o después- detecta estas “prácticas poco éticas” y no sólo modifica sus algoritmos para corregir su vulnerabilidad en este sentido, sino que penaliza a los tramposos, cuyas webs pueden quedar suspendidas en posicionamiento SEO por años. Y no lo hace porque tengan espíritu justiciero, es que su éxito se basa en ofrecer a los usuarios los mejores resultados, los  que de verdad son más relevantes para lo que están buscando. Por eso, cuanto más tiempo llevo en Internet, más defensora soy de que “hacer las cosas bien” es siempre la mejor estrategia y la que, aunque puede tardar un poco más en ofrecer resultados, los mantiene por más tiempo con el paso de los años.

Espero que te hayan resultado útiles estas reflexiones que han surgido de aplicar los cuatro acuerdos toltecas al marketing digital, y en todo caso, me encantará leer tus comentarios al respecto.

Myriam Rius

 

 

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